Merzouga es un pequeño y encantador pueblo en el desierto del Sáhara de Marruecos, y uno de los destinos turísticos más importantes.  Está ubicado al sureste cerca de Erg-Chebbi, un verdadero mar de arenas de unos 30 kilómetros de largo y casi 8 de anchura que representa a la perfección ese ideal de arenas y dunas que, en algunos casos, supera hasta 300 m sobre la llanura y 800 m sobre el nivel del mar. 

Es conocido también por su gran cantidad de fósiles que se encuentran en la región.

El desierto de Merzouga, es el lugar ideal para dar un paseo a camello por las dunas, alquilar quads, o simplemente pasear entre las dunas para contemplar el atardecer o el amanecer del sol y ver cómo cambian las tonalidades doradas de la fina arena del desierto.

En definitiva, es uno de los lugares imprescindibles donde se puede relajarse, meditar y encontrarse a uno mismo, y también pasar esas noches mágicas a las que cuesta ponerle palabras y te llena el alma.